lunes, 26 de abril de 2021

El primer anal que me gusta

 Me presento, soy de México, tengo 25 años, me considero ninfómana y me gusta encontrar hombres que me den placer. Tengo un cuerpo muy bonito y nunca me han faltado hombres que quieran coger conmigo, solo es cuestión de mandar algún mensaje cuando ando caliente o sino prefiero masturbarme y estar sola. 

Es mi primer relato y espero les guste. Esta historia es verídica y se dió porque invité a un amigo a que pasara unos días de visita conmigo en mi casa. Nos la pasábamos teniendo sexo todo el día. Como yo no puedo acabar con penetración, me masturbaba antes o después de que él terminaba para terminar yo también. 

Desde hacía tiempo ya me había dicho que quería hacerlo por atrás y yo le dije que sí se me apetecía pero ya sabía que me dolería mucho pues ya lo había hecho antes por atrás y no me había gustado. 

Estábamos acostados en la cama, de cuchara y él estaba penetrándome desde atrás pero por la vagina, yo paraba el culo para que la penetración fuera más profunda. A él le encantaba, me pedía que parara el culo y me abrazaba fuerte para darme más duro. 

Como eran muchos mis fluidos, los aprovechó para lubricar su pene y empezar a introducirlo por mi ano. Comenzó a meter su miembro despacio, solo metió la cabeza. Me empezó a doler muchísimo y le dije que parara. Él se quitó y me dijo que si me dolía mucho entonces no lo haría, pero que lo dejara masturbarse con mis nalgas. Yo le dije que sí. Él empezó a frotar su pene con mis nalgas pero a mí me seguía doliendo mucho porque toda esa zona había quedado muy sensible. Le dije que me dolía y se quitó. 

Dejamos de hacerlo, los dos nos volteamos, separándonos y quedamos acostados boca arriba. 

Entonces le dije que me lo tenía que hacer a la fuerza aunque yo dijera que no. Él me dijo que no podía forzarme pero yo le dije que me forzara. Porque también me prende muchísimo que me lo hagan a la fuerza y que me traten mal en la cama. 

Yo me refería a que se masturbara con mis nalgas aunque yo no quisiera, pero él me volteó poniéndose detrás de mí otra vez de cuchara y me lo introdujo de un solo golpe por atrás. Fue un dolor insoportable pero a la vez un gran placer. Estuvo bombeándome un buen rato aunque no lo introducía completamente porque mi orificio estaba muy cerrado, le dije que lo metiera bien pero no lo hizo. Yo estaba gritando como loca del dolor pero a la vez no quería que parara. Le dije que se viniera adentro y así lo hizo. Cuando terminó lo sacó, yo me limpié porque me dolía y tenía sangre. Nos quedamos acostados besándonos, después me masturbé para terminar yo también y en un rato más, cuando él ya se había recuperado, le pedí que me lo volviera a hacer por atrás porque me había encantado. 

Desde ese día creo que me volví adicta al anal. Sueño con que me lo vuelva a hacer así, él o alguien más.

Mi prima: mi primera relación lésbica.

 Joana y yo íbamos juntas en el mismo salón del bachiller, siempre habíamos sido muy unidas pero esos tres años cambió todo, nuestra amistad se volvió mucho más que solo eso, todas las tardes nos juntábamos, reíamos de cosas estúpidas y casi siempre estábamos sosteniéndonos los manos, incluso en la escuela ella siempre me tomaba de la cintura y me sentaba en sus piernas. Una noche cuando estábamos en su casa, ella me abrazó como era costumbre pero se me pegó en el cuello para hacerme un chupetón; oye no que haces!!! mi madre me va a dar si llego con una marca en el cuello!!!. Ella me dijo que quería aprender a hacerlos porque supuestamente quería marcar a su novio... sí, ella tenía novio... y yo también pero el novio de ella vivía en otra ciudad y al mío lo veía de vez en cuando siempre a escondidas de mi madre.

Ella me rogo que me dejara hacerlo: "te lo hago en los pecho y así tú mamá no lo ve". No se ni porqué  me dejé, pero no pude decir no cuando ella me levanto mi playera holgada y dejo al descubierto mis redondos senos, cada vez que ella ponía sus labios en mis pechos sentía cómo me iba humedeciendo, hacia todo lo posible porque ella no lo notara pero yo sentía que ya no podía más así que me quite bruscamente y le dije: ya, ya fue suficiente!!.

Nosotras continuamos teniendo ese tipo de "juegos" por así decirlo, por muchos meses más, algún par de ocasiones ella me sobaba los senos supuestamente jugando pero estoy segura que en realidad a ella le gustaba tocarme. Un fin de semana ella vino a la casa y le pidió a mi mamá permiso para que me dejara ir a una fiesta con ella, mi prima era una chica que parecía muy tranquila, mi madre confiaba mucho en ella así que me dejó ir. Mi prima también convenció a mi mamá que me dejara dormir en casa de ella "para no andar manejando de noche". Mi pobre madre inocente creyó que hacía lo correcto dejándome dormir con mi prima.

Sí, si fuimos a una fiesta, pero ahí en la fiesta todo estuvo normal, ni siquiera esperamos a que terminara, nos fuimos temprano a su casa. Sus padres -mis tíos- son de esa clase de padres que solo les dan a sus hijos libertad y dinero, las veces que yo iba a su casa ni siquiera los veía, algunas veces mi tía estaba ahí en su recámara pero solo gritaba: eres tú? Llegaste bien? Y nada más. Esa noche preguntó lo mismo; Sí mamá!!! soy yo y también Azucena!!. Entramos a su recámara y nos pusimos nuestras pijamas. Ella se puso un short muy corto y un top. Yo mire su trasero grande y redondo. Yo solo me coloqué una playera holgada y cómoda, sin sostén. Ella apagó la luz y como siempre lo hacíamos platicábamos de cosas... de muchas cosas, en su mayoría cosas tontas, yo veía su rostro entre la luz que entraba por la ventana, sentía su aliento en mi rostro... por momentos cerraba los ojos, solo escuchaba su voz y sentía su aliento...en uno de esos momentos ella puso sus manos en mis senos. Ya vas a empezar? Le   pregunté pero no le retire las manos. "Es que me gusta como se siente" me respondió. 

- No es justo, tú siempre lo haces conmigo pero yo no contigo. 

Ella me respondió:

- Quieres tocarme? 

No respondí pero puse mis manos sobre sus senos, los empecé a presionar y sentí como su pezón se endurecía. De pronto su boca se presionó a la mía, ♥️ esa Sensación de sus labios sobre los míos fue tan especial que ahora mismo que les estoy confesando este encuentro, aún me estremezco. Nuestros labios se apresuraban a sentirse mutuamente, ya no se trataba de un juego, los dos nos estábamos metiendo las lenguas en la boca de la otra mientras nos apretábamos los senos, los dedos de ella se deslizaron a mi entrepierna y un escalofrío me recorrió toda la espalda. Sus dedos empezaron a dar círculos en mi clítoris y yo abrí mas las piernas para disfrutar de esa sensación. Joana me quitó el panty, se enderezo y dirigió su cara hacia mi entrepierna, de pronto mi prima estaba chupándome el clítoris con tantas ganas que parecía que quería acabárselo. Ella me chupaba y me penetraba la vagina con sus dedos, yo me apretaba la boca con una mano, no quería hacer mucho ruido, mi tía estaba en la casa y yo tenía temor que nos escuchara. 

Joana me arranco un orgasmo súper intenso, yo sentía todo mi cuerpo estremecerse y ella vino a mi para besarme y hacerme sentir el sabor de mis propios fluidos. "No sabes cuanto estuve esperando este momento" me dijo sin dejar de besarme. En serio? Yo no le respondí pero la verdad es que yo también tenía mucho tiempo queriendo recorrer su cuerpo. Me enderece y la recosté en la cama. Mi lengua se detuvo en sus pezones rasados: los bese, los mame, los mordí, los succione, los disfrute como si no hubiera más tiempo para hacerlo, fui besando su abdomen plano hasta que llegue a su vagina, mi lengua subió y bajo regando sus fluidos por todo ese coño caliente, ella estaba empapada. Con mis dos dedos separé sus labios vaginales y succione todo su clítoris, ella se retorció de placer. Yo lo seguí succionando mientras mi lengua hacía su trabajo meneándose en círculos, mi otra mano tenía clavados dos dedos adentro de su conchita apretada,  no paré hasta que la escuché gemir de placer y su cuerpo se retorció demostrando su orgasmo. Esa noche Joana y yo literalmente no dormimos, hicimos el amor repetidas veces hasta que amaneció, no quería dejar de disfrutar su cuerpo y de dejar de sentirla dándome placer.

Fuimos amantes por los siguientes dos años, las dos continuábamos con nuestros novios, incluso llegamos a salir y nuestros novios iban con nosotras. Nadie, ni ellos, ni nuestra familia sospecho que cada vez que podíamos ella y yo nos disfrutábamos y nos comíamos los coños con ansiedad. Quizá nunca hubiera dejado de hacerlo pero yo me tuve que ir a vivir a otra ciudad para estudiar la universidad. La volví a ver después de 4 años y que creen? Ella ya estaba comprometida, ella se casaría en 4 meses yo solo fui de vacaciones y las veces que cogimos en esos dos meses fueron incontables e inolvidables, ahora ella es una mujer casada... pero si la vuelvo a ver y hay oportunidad les juro que la volvería a hacer mía

LA MEJOR AMA DEL MUNDO

 "no saben los vainillas lo que se pierden al no pertenecer a nadie"

 

Aún no se si estoy soñando o soy realmente el hombre más afortunado del mundo, por eso estoy escribiendo este relato, como para cerciorarme de que esto es real.

 Tengo la mejor Ama del mundo, de eso no hay duda de ningún tipo.

 Pero les cuento un poco como empezó todo esto, soy un tipo normal, cincuentón, vivo en una pequeña ciudad del centro de España, y siempre me he sentido atraído por los azotes, yo creo que desde que mi madre me mondaba el culo con la zapatilla desde niño, y últimamente cada vez más por la sumisión, una mujer dominante me pone mucho, no importa su atractivo físico, lo que me atrae es que sea dominante y que tenga la mano larga.

En cuanto al trabajo, aunque no me quejo, tampoco me va especialmente bien, hago pequeños trabajos en varias empresas y así voy tirando, pero en realidad el dinero nunca me ha preocupado.

 A una de las empresas a las que prestaba mis servicios, y aun lo sigo haciendo, le estaré eternamente agradecido porque fue allí donde encontré a mi dueña y Señora.

 Ella pese a ser poco menor que yo, llevaba trabajando poco tiempo en la empresa, y la verdad es que apenas coincidíamos, no fue hasta la bendita cena de empresa de Navidad cuando realmente la conocí. Caímos juntos en una esquina de la mesa, los más sosos y aburridos de toda la empresa, al menos eso creían todos los demás, el joven contable y nosotros dos.

 Los “aburridos” nos bebimos el mejor vino que se quedó para el final, cuando casi todo el mundo iba medio borracho, y ya se sabe que el vino suelta la lengua, y cuando nos quedamos solos, y empezamos un poco con las preguntas personales aún no sé cómo, le dije:

-Yo no tengo pareja, porque aunque no soy nada exigente,  la verdad es que tengo unos gustos muy particulares, y reconozco que así es muy difícil encontrar pareja, y a estas alturas de mi vida, no voy a estar con alguien por estar.

 Fue entonces cuando sentí el primer escalofrío con la que iba a ser mi Ama, apoyó su barbilla sobre la palma de su mano derecha , entornando los ojos, y con un tono de voz mitad pícaro, mitad sugerente me dijo:

-¿Y se puede saber cuáles son esos gustos tan particulares?

 Me quedé turulato, la verdad es que sólo le había contado mis gustos sexuales a una prostituta buena gente que me azotaba como a un crío muy de vez en cuando y que cuando se lo pedí varias veces, tuvo la confianza suficiente para  preguntarme, sólo entonces se lo dije, al resto de los mortales jamás le había dicho nada sobre mis gustos , de los que erróneamente me avergonzaba, pero en una ciudad de provincias, no es tan fácil salir de este armario.

-Te los contaré encantado, pero déjame que te invite en algún sitio con menos ruído.

-Estaré encantada, ¿nos vamos?

 Cuando íbamos por la calle camino de un elegante pub, me cogió del brazo y me dijo:

-¿Sabes? Eres el único tío de la empresa que no se ha portado conmigo como un cerdo mirándome las tetas o el culo como si fuera una yegua, ¿ eso significa que eres un caballero o que no te gusto?

 -Por supuesto que soy un caballero, como no me vas a gustar, si tienes el mejor tipo de toda la empresa, y aún diría más, la más guapa.

-Madre mía no sabía que ibas tan borracho jajaja.

 En este distendido tono llegamos al pub y tuvimos la suerte de sentarnos en un reservado discreto , pedí champán alemán, como si entendiera de caldos, y sin pensármelo demasiado le dije a mi aún compañera de trabajo.

-Te cuento esto porque se ve que eres una mujer con clase, y no sólo eso, porque me apetece contártelo, así que antes de nada te quiero dar las gracias por la confianza que me has infundado, y encima siendo tan guapa.

-Soy toda oídos.

 Le desembuché todos mis gustos, sin omitir ningún tipo de detalle, desde mi infancia, hasta la actualidad. Ella no dijo nada, solo bebió champán, que estaba buenísimo y escuchó, y cuando pensaba que había acabado le dije:

- ¿Y sabes una cosa Amparo? ( así se llamaba), que tú serías mi Ama perfecta, te digo esto sin tener ni idea, si tienes familia, si te gusta el BDSM, pero el alcohol me ha soltado la lengua esta noche y no  puedo parar, por supuesto que te pido mil perdones si te estoy incomodando, pero es que lo tengo que soltar todo de golpe, o no lo diría nunca.

 -Me apetece fumarme un cigarro, hace años que no lo hago.

-A mí también, yo también lo dejé hace años, ahora mismo compro, no tardo nada.

 Estábamos en un reservado en un patio interior que al no estar del todo cubierto se permitía fumar, nos fumamos casi todo el paquete de Marlboro, no volvimos a hablar del tema, aunque estuvo obviamente presente el resto de la noche, y cayeron otro par de botellas de aquella delicia alemana que se llamaba G.H. MUMM.

Cuando me dijo que era hora de que la acompañara a casa, le ayudé a ponerse la chaqueta, y me miró con un brillo especial en los ojos, o igual era que ella también iba un poco piripi, pero yo quise ver otra cosa.

 La dejé en el portal de su casa, y tras los besos de despedida, me dijo.

-El lunes pásate por mi despacho, y hablamos, buenas noches, y gracias por todo.

 Cómo podréis suponer me fui flotando a mi casa, no cabía en mí mismo de gozo y de satisfacción, realmente me sentía felicísimo sólo por el hecho de habérselo contado, creo que me había enamorado de aquella mujer, y no sólo como Ama, sino como mujer, ahora la veía preciosa, era morena con el pelo largo siempre recogido en un sofisticado moño, ojos verdes, y con unas curvas muy apetecibles, pero lo mejor era su personalidad, su discreción, su seriedad, su saber estar, su elegancia natural, joder, estaba enamorado como un adolescente.

 Aquel fin de semana, no terminaba nunca, fui otra vez a aquel pub con la esperanza de encontrarla allí, pero no estaba.

Por fin llegó el lunes, y yo no sabía a qué hora ir a su despacho, así que después de aguantar un par de horas, a las 10.30 me presenté en su despacho, me saludó muy cordialmente y me dijo:

-¿Tienes algo que hacer el jueves por la noche?

-No, absolutamente nada.

-Pues ya sabes donde vivo, mi piso es el tercero B, a las 9 te espero en mi casa para cenar, de acuerdo?

-No faltaría ni por todo el oro del mundo.

-Eso espero, y si me disculpas, tengo mucho lío.

 Salí de aquel despacho que me comía el mundo, la vida me sonreía, el corazón me palpitaba, aquella mujer me tenía embrujado.

 A las 9 en punto estaba allí como un clavo con mi botella de vino y unos dulces muy chic que me había comprado para la ocasión.

 Amparo estaba elegantísima, con un vestido blanco y negro ajedrezado, su moño recogido de una manera muy casual, y unos zapatos de tacón no muy altos, pero muy elegantes, me gustó que se hubiera arreglado tanto para mí.

 No llevábamos ni cinco minutos cenando cuando me dijo:

-Como podrás suponer he estado pensando en lo que me dijiste sobre tus gustos. No sólo he pensado, sino que también he leído, blogs, cuadernos, ya sabes, la red está llena de esto. Realmente me atrae la idea de ser Ama, de ser tu Ama ( en ese momento me miró, y se me paró el corazón unos segundos)  y cuanto más lo pienso más me atrae, son de estas cosas que tienes ahí delante, y no las ves, y tú me la has enseñado.

-No sabes lo que me alegro Amparo, no te puedes imaginar lo que esto significa para mí.

 -Cuando acabemos de cenar, dejaremos las cosas claras, y pondremos las condiciones, pero te adelanto un par de cosas, si buscas follar conmigo olvídate, hace mucho tiempo que me aburre el sexo convencional con hombres, y otra cosa, no seré el Ama típica, con tacones altos, cueros y látigos, seré Ama en bata y zapatilla ¿ la zapatilla te gusta verdad?

-No sabe usted cuánto.

-Vaya me hablas de usted, eso está bien, las cosas me gustan bien hechas, y nada de medias tintas, ah y otra cosa, no creas que porque sea un Ama en zapatillas no voy a ser dura contigo, si hace falta seré más dura que todas las amitas esas que van con látigo y no saben ni usarlo.

 Después de la cena me expuso todas sus condiciones, y entre otras cosas me dijo:

- Quiero que te vengas a vivir conmigo, aprovecharás estos días de puente, y el lunes te quiero aquí instalado ya, me gusta que me obedezcas, que me complazcas, y lo más importante quiero que me adivines, tendrás que aprender a adivinar mis deseos y adelantarte a ellos, está claro?

-Si mi Señora.

-Desnúdate

-Si mi Ama

 Me desnudé lo más rápido que pude, y me puse delante de ella.

-De rodillas

Me tiré a aquel suelo de madera ( menos mal que es de madera, porque me paso horas de rodillas en ese suelo) y me quedé mirando a mi Ama.

-Ve a mi habitación a 4 patas como el perrito que eres, hay algo encima de mi cama, me lo traes en la boca.

 Salí hacía el pasillo que había detrás de mí, sin tener ni idea donde estaba la habitación de mi Señora, pero me ayudó que sólo había una habitación con la luz y allí entré, efectivamente había una caja pequeña sobre la cama, la cogí con boca, y se la llevé a mi Ama, que me esperaba divertida en el sofá.

 Era un collar, muy elegante pero un collar de perro, era fino y negro, mi Señora me lo colocó con bastante ceremonia y cuando oí el clic al cerrarlo alrededor de mi cuello me sentí de Ella, no sabría explicarlo con palabras, no saben los vainillas lo que se pierden al no pertenecer a nadie, es la sensación más maravillosa que he sentido nunca, me sentí más unido a Ella que ninguna persona en toda mi vida, me puse rojo como un tomate, era una mezcla de orgullo, de placer y no sé si de vergüenza, pero así fue. El collar iba acompañado de una correa que se unía a él para ser paseado como un auténtico perrito.

-Todos los viernes por la noche te azotaré, tendrás un cuaderno donde apuntarás todos tus errores, todos tus pensamientos dudosos que tengas para mí, y además de decírmelo a mí, lo apuntarás en tu cuaderno de castigo, para que no se olvide, de acuerdo?

-Si mi Ama.

-Ahora vuelve a mi habitación y me traes una de las zapatillas que hay junto a mi cama, vamos a ver si es verdad que te gustan tanto.

 Salí disparado a por la zapatilla de mi Ama, a cuatro patas, las había visto en mi anterior viaje, pero no me quería entretener, era una zapatilla negra abierta por detrás, con un ribete de leopardo en el empeine por donde entra el pie, había una bocabajo que se veía su suela de goma amarilla, lo sentí de inmediato por m i culo, pero no pude evitar una erección, aquella zapatilla me fascinaba, olí la zapatilla antes de morderla por el empeine, el olor de los pies de mi Ama, era embriagador, estaba extasiado, y fui corriendo como un perrito a llevársela en busca de mi  premio.

 Y mi premio llegó me mandó colocarme sobre su regazo, y empezó a acariciarme el culo con aquella suela amarilla de su zapatilla, pronto las caricias se alternaron con los azotes, me azotaba de una forma sensual mientras me decía.

-Te azotaré por mi placer, y te azotaré para castigarte, te azotaré con mi zapatilla, pero también me compraré fustas, látigos, cinturones, varas… y dependiendo de tu falta,o de mi humor, así será tu castigo, ah y otra cosa, te correrás sólo para mí y sólo cuando yo te lo permita, entendido?

-Si mi Ama.

 Aquella zurra se prolongó durante media hora, al final me dio una muy buena paliza, lo sé porque 24 horas más tarde aun no podía sentarme, pero con la emoción de la primera vez ni siquiera me percaté del palizón que estaba recibiendo, al fin y al cabo era el hombre más feliz del mundo.

 Continuará...